Lalo Piñero, periodista musical, nos habla de festivales veraniegos poco conocidos, pero muy interesantes. El Prostatic Sound para jóvenes, el Nostalgicreggeaton para mayores y el Ansias Fest, para todos los angustias del mundo.
Hablamos con el mítico Tarzán, hoy un tranquilo jubilado del barrio de Hortaleza, Madrid, que se dedica a pasear. Nos recuerda sus tiempos cuando era el macho alfa de la selva.
Mateo reconoce que ni él ni su mujer son capaces de sacar adelante a una familia de 4 por eso se han puesto en manos de una Inteligencia Artificial que gestiona absolutamente todos los aspectos de la familia.
Esta es la extraña historia que vivió un ex jugador hace años mientras celebraba un triplete. Mantearon al míster con tanta fuerza que se fue volando con una bandada de patos. También conocemos una peña de aficionados de los árbitros.
En Todo por la Queja acogemos las protestas de los consumidores y tratamos de encontrar una solución. Hoy, un hombre asegura que su gel de baño y ducha no sale del bote cuando quiere darse un baño. Hablamos con la empresa fabricante.
¿Qué haces mientras escuchas el Todo por la Radio? Es una pregunta que nos contestan los oyentes. Un preso, por ejemplo, usa el mec mec para fabricarse un túnel y a otra, escuchar el programa le sirve para ovular.
En Santos Relatos conocemos la historia de una santa del siglo XV durante unos acontecimientos que supusieron el nacimiento del festival de Eurovisión. También nos cuenta la historia de San Chaquetero, un enemigo de los cátaros que se hizo cátaro
Hablamos con Obituario, un compañero que trabaja en los sótanos del edificio de la SER. Su trabajo consiste en proveer el carbón suficiente a las calderas para que la radio funcione.
El programa se llamaba Razones y Respuestas y en él el presentador formulaba preguntas que debían responder los oyentes. La persona que llama afirma que se ha despistado, aunque tiene la oportunidad de charlar con el viejo locutor que ya no tiene voz.
El experto es Ibón Peyote, el ultramaratoniano más demente del país. Ibón aprovecha los micrófonos de la SER para confesar que está enamorado.